En España al menos se puede utilizar "le" como complemento directo en algunos casos. Por ejemplo, "le ayudé", "le avisé", "le obedecí", "le llamé". Y en estos casos no se trata de un leísmo.
Sí es leísmo, pero hay un "leísmo permitido", es decir, que no se considera incorrecto. La norma (la RAE, vamos) dice que se puede decir "le" para referirse a un complemento directo, masculino y singular.
Debido a su extensión, incuso entre hablantes cultos y escritores de prestigio, la RAE admite el uso de "le" en lugar de "lo" en función de complemento directo cuando el referente es una persona de sexo masculino.